¿Sabes qué es un Centro Especial de Empleo y qué funciones tiene?
Seguramente ya sabrás que Prest está reconocido como Centro Especial de Empleo o CEE, pero, ¿tienes idea de qué implica eso? Es decir, ¿qué es un Centro Especial de Empleo y qué utilidad tienen este tipo de organizaciones?
Los Centros Especiales de Empleo, en ocasiones llamados Centros Especiales de Trabajo (CET), son empresas con un objetivo muy específico: desarrollar tareas aptas para personas con diversidad funcional y de esta forma favorecer la adquisición de nuevas competencias y su integración en el mundo laboral. Dentro de un CEE, los trabajadores realizan labores productivas, siempre remuneradas y adaptadas a sus características particulares (disminuciones a nivel sensorial, físico, psíquico o intelectual).
Además, los CEE también prestan un servicio muy importante a las empresas de cierto tamaño. La Ley General de Discapacidad (LGD, antiguamente conocida como LISM) establece que todas las compañías públicas o privadas con una plantilla superior a 50 trabajadores han de incorporar al menos a un 2% de empleados con diversidad funcional o, como alternativa, contratar a un Centro Especial de Empleo.
Los servicios que ofrecen los CEE normalmente están relacionados con el mantenimiento de instalaciones, limpieza, administración, gestión de documentos, jardinería, etc.
¿Cómo debe ser la plantilla de un CEE según la normativa vigente?
Según marca la legislación, la plantilla de un Centro Especial de Empleo ha de estar constituida por tantas personas con diversidad funcional como sea posible, siempre y cuando las funciones de la empresa puedan desarrollarse con normalidad.
En todo caso, al menos un 70% de la plantilla debe estar compuesta por personas con diversidad funcional.
¿Cómo surge un Centro Especial de Empleo?
Los Centros Especiales de Empleo se crean por diferentes vías:
- Cualquier persona física o jurídica que pueda ser empresaria y cumpla con una serie de requisitos puede crear un CEE.
- Puede ser creados directamente por la administraciones públicas.
- Pueden ser creados como forma de colaboración entre diferentes organismos.
En cualquier caso, lo más importante es lo que hemos mencionado en el primer punto: el cumplimiento de los requisitos.
Para crear un CEE, ya hemos visto que no menos de un 70% de la plantilla ha de estar formada por trabajadores con diversidad funcional; además, debe presentarse un plan de viabilidad económica y es necesario con personal de apoyo acreditado (psicólogos, trabajadores sociales, pedagogos…), entre otros requisitos técnicos que pueden consultarse con mayor detalle acudiendo a la normativa de cada Comunidad Autónoma.
Un apoyo clave para el crecimiento profesional de las personas con diversidad funcional
Las personas con diversidad funcional constituyen un colectivo con evidentes problemas de empleabilidad. Entre las barreras a los que se enfrentan encontramos:
- Prejuicios por parte de empresas y empleadores.
- Desconocimiento e ideas preconcebidas.
- Infraestructuras inadecuadas para ciertos tipos de discapacidad.
- Bajo nivel de competencias.
- Bajo nivel formativo.
- Problemas de autoestima.
Así pues, el trabajo de los CEE es esencial para potenciar su desarrollo profesional y garantizar que puedan llevar una vida plena e independiente.
Y es que, a nivel global, los Centros Especiales de Empleo son una fuente de trabajo muy importante para el colectivo de personas con diversidad funcional. Es importante entender, además, que el trabajo y la vida personal están íntimamente ligados, también para las personas con diversidad funcional, por lo que el acceso al mercado laboral también implica posibilidades mucho más amplias a nivel de integración social, mejora de la autoestima y formación.
En el caso de Prest, la calificación como Centro Especial de Empleo fue otorgada por el Ministerio de Trabajo, como reconocimiento del compromiso de la empresa con la inserción y el aumento de la empleabilidad del colectivo de personas con diversidad funcional.
Funciones de un Centro Especial de Empleo que van más allá del trabajo
Además de ser una fuente de empleo remunerado, los Centros Especiales de Empleo proporcionan a las personas con diversidad funcional un apoyo constante en su vida personal y social, además de la formación necesaria para el desarrollo de sus funciones laborales de forma competitiva.
De hecho, el objetivo último de un CEE en este sentido es posibilitar y facilitar la transición de los miembros de de este colectivo a empresas ordinarias en las que puedan estar plenamente integrados y en condiciones de igualdad con los demás trabajadores.
En un CEE se realiza un seguimiento general de los trabajadores con diversidad funcional en todos los ámbitos de su vida: progresión laboral, adquisición de nuevas habilidades, relaciones interpersonales, satisfacción personal y autoestima, bienestar, hábitos, etc. Esa visión de conjunto permite a los profesionales de apoyo del CEE hacerse una idea de los progresos del empleado, además de permitirles identificar posibles problemas o necesidades específicas sin resolver.
Empleabilidad de las personas con diversidad funcional: un problema global
Alrededor de un 15% de la población mundial posee algún tipo de limitación que dificulta su acceso al mercado laboral por los motivos que hemos expuesto en el apartado anterior, y esto supone un problema serio: son millones de personas en edad de trabajar que no ven cumplido su derecho a un trabajo digno y estable. No solo sufren ellas, sino también el conjunto de la sociedad, que desperdicia un enorme volumen de talento aún por descubrir.
La conclusión es clara: los Centros Especiales de Empleo, y todas las iniciativas similares destinadas a potenciar la empleabilidad de las personas con diversidad funcional, son fundamentales para reducir la pobreza y fomentar la igualdad y la inclusión.
